martes, 2 de septiembre de 2014

Las tetas de las famosas al descubierto

Hace más de un año que no escribo por aquí, pero hoy me siento en la necesidad de hacerlo después de conocer que se han publicado imágenes de algunas famosas desnudas por internet sin su consentimiento y no vengo a hablar precisamente de esa situación tanto como de los comentarios que ha despertado ese hecho, en su mayoría “chistes” o insultos hacia ellas, insulto que como mujer me resultan humillantes.

Algunos las llaman guarras, otros dicen que se lo merecen porque al ser famosas tienen que dar ejemplo; pero no llego a entender que clase de ejemplo han de dar, ya que son personas igual que yo, que hacen un trabajo público y sin embargo eso no nos permite violar su intimidad (hay personas que esto no lo llegan a comprender). Tener una imagen pública no está reñido con tener una vida privada y si ellas quieren fotografiarse desnudas y compartir esas fotos con la persona o personas que les apetezca están en su derecho.

Sumado a esto, lo que más me llama la atención es que las víctimas en su mayoría han sido mujeres, demostrando el machismo, a estas alturas de la vida, existente. Sigue latente entre algunos sectores de la sociedad eso de la mujer guarra y el tío machote.


No tengo más intención que compartir mi opinión, que es muy clara: NADIE PUEDE ACOSAR A OTRA PERSONA POR SU GENERO, SEXUALIDAD, RAZA O RELIGIÓN, porque lo veo claro, lo que les ha pasado a esas mujeres ha sido acoso, violación de su imagen y de su privacidad, y repito no se trata de que sean famosas o no, se trata de que casualmente todas son mujeres, se ve que las mujeres vendemos más.

lunes, 15 de abril de 2013

Budapest II


Budapest es un diamante, un diamante en bruto sin pulir y que sólo si lo miras con atención consigues apreciar toda su belleza y valor. Es la gran ciudad olvidada de Europa, lo tiene todo y sin embargo siempre está relacionada con Praga o Viena, como si por ella misma no fuese capaz de destacar.

 A mí me parece una gran injusticia para esta espectacular ciudad tratarla como la “hermana fea de la novela”, no es justo y ni tan siquiera creo que tenga nada que envidiar a mi adorada París, la arquitectura de Budapest es espectacular tanto como la capital francesa, pero sin la Torre Eiffel para compensar eso a cambio Budapest tiene el Danubio, el Castillo Real, los baños Széchenyi, cafés preciosos, unos precios más que sugerentes y un aíre bucólico que lo rodea todo.

Budapest sigue teniendo ese toque humilde de las pequeñas ciudades atrapadas dentro de grandes imperios. Maltratada por todos, conserva el aire bohemio y decadente de los años 20 y ese espíritu comunista, la mezcla ha resultado y han logrado lo que parecía una fusión imposible. Es una piedra preciosa dispuesta a ser pulida y el día en que esta ciudad florezca,  lo hará en una explosión de color, estallará como fuegos artificiales de esos que nos dejan a todos con la boca abierta.

lunes, 24 de septiembre de 2012

Rompo con el consumismo


El otro día leí en algún blog a una chica que contaba como en muchas ocasiones había salido a la calle, había visto una blusa, un vestido o cualquier prenda de vestir y al instante había sentido la necesidad de comprársela, y que al llegar a casa se encontraba con la sorpresa de que ya tenía algo muy parecido en el armario. Esta historia me hizo pensar y darme cuenta de que esa misma situación la he vivido yo en más de un par de ocasiones.

Después de mucho pensar tomé una decisión, algo que no quiero invitar a que lo haga todo el mundo, algo que quiero hacer yo para sentirme mejor persona, por tanto quiero dejar bien claro que no pretendo daros un discurso, sólo compartir con todos vosotros mi pensamiento. He decidido dejar de consumir a lo loco, de comprarme ropa y calzado innecesariamente. He cerrado el grifo y pienso aprovechar todo y cada uno de los medios con los que cuento en el vestidor. Porque pensándolo seriamente, después de gastarme un pastón en ropa y llegar a casa como 10 bolsas llenas, nunca me he sentido mejor que cuando salí de casa, a lo mejor en el momento de entrar a la tienda, ver todo esa ropa me produce un momento de alegría transitoria, que puedo equiparar a una borrachera de compras… en ese momento te sientes feliz, pero cuando llega la resaca y el día después a la resaca se sigue siendo la misma persona. Comprar como forma de evasión, es como beber por evasión. ¿Quién no se ha comprado nunca algo que creía necesitar y sólo se lo ha puesto una vez? Después del estreno esa prenda con la que te sentías tan atractivo, especial y diferente se queda doblada en un cajón o colgada en una percha durante años, hasta que decides hacer limpieza porque ya tu armario no da para más.

Es la misma sociedad en la que vivimos, la que nos impulsa a gastar, a creer que necesitamos algo para ser más felices y que sin lo que en realidad podríamos vivir perfectamente. Estoy cansada de los quiero y no puedo, de vivir engañada por una ceguera generada artificialmente por el mundo en el estamos sumergidos. No necesito nada material para ser feliz, la felicidad se que no la encontraré en una tienda y que todas esas estúpidas cosas sólo hacen que me sienta bien momentáneamente. La felicidad la encontraré por mi misma, fuera de lo que el sistema me imponga, sin escuchar lo que la demás gente opine.
 
El mundo ha cambiado mucho, muchas veces me pregunto si para mejor…mis abuelos no necesitaban grandes lujos para ser felices; mi padre pasó su infancia en una granja y según uno de mis tíos aquellos fueron los mejores años de su vida, luego se mudaron a la ciudad y ya nada volvió a ser igual. Estoy de acuerdo que el mundo tiene que evolucionar, pero siempre que sea hacia algo mejor, porque tiene que haber algo mejor que esta mierda en la que ahora estamos inmersos. Por eso yo pongo fin al consumismo, no quiero seguir formando parte de este circo, yo rompo con el consumismo.

domingo, 23 de septiembre de 2012

Yo no sabía de la existencia de las glándulas anales de mi perra hasta el viernes


Atiende Mari, que susto la noche del viernes. Noa, mi perra, se puso a sangrar del culete, pero no del ano propiamente dicho, sino de uno de los “cachetes perrunos”. Y después de la semanita que ha llevado el susto que nos dio fue doble.

Había empezado la semana coja, resulta que un tendón de su pata trasera derecha se le sale del canal de la rotula (bueno puede que no me explique muy bien, no soy veterinario, pero por lo menos la idea ya la tenéis) así que el martes tocó visita al veterinario y el miércoles revisión para ver si seguía coja. Y cuando nadie se esperaba que ninguna tragedia perruna más ocurriese por lo menos hasta dentro de un año, va el viernes y se pone a sangrar del lugar más insospechado. Así que tocó llamar, a eso de casi la media noche, al veterinario, para que nos diese cita de urgencia, una vez explicada la jugada, la vete nos dijo que no debíamos preocuparnos, que no era grave y que podíamos esperar hasta la mañana para llevarla a consulta. ¡Sorpresa! resulta que la perra tenía una fístula por la infección de una de sus glándulas anales. ¿A qué no sabíais que los perros tienen glándulas anales? Pues ahora ya estáis informados y los gatos también, para que luego digáis que no os cuento cosas bonitas, ni prácticas, ni útiles…

Así que a la mañana toco una nueva visita a la clínica veterinaria, donde le desinfectó la herida y le pusieron un tratamiento, está vez para prevenir que se le infectase la herida. El tratamiento parece simple, consiste en darle cada 12 horas unos antibióticos y curarle la herida con una crema, pero la parte aterradora viene cuando te dicen que la crema se la tienes que meter dentro de la herida, o sea dentro de ese agujero nuevo que le ha salido en su culete tan gracioso y canino que él era…

Al final se ha quedado todo en un susto y en una lucha diaria con la perra para que se tome las pastillas (ya no vale eso de engañarla metiendo la medicina dentro de un trozo de queso, que sí, el queso se lo come pero la pastilla la deja en el suelo), así que toca pelear 2 veces al día con una perra que a penas pesa 4 kilos, pero que saca la fuerza de un luchador de sumo con tal de no tomarse la dichosa pastilla.

A partir de ahora todo el mundo a mirar el culo de su perro. 

sábado, 22 de septiembre de 2012

El precio de mi vida II

Creo recordar que en el mes de julio os escribí sobre el caso de Izaskun, una mujer vasca de 35 años con cancer de mama, que pedía donaciones para ir a Londres a recibir un tratamiento experimental contra el cancer. Izaskun falleció ayer, el cancer le había afecta a otros órganos y no pudo ganar a la enfermedad. 

Quiero aprovechar para darle mi pésame a su familia, sé que las palabras son inútiles y que nadie más que ellos lo sienten. Y para animar a todos los enfermos (de lo que sea) y que ahora mismo lo estén pasando mal, gracias a gente como Izaskun y a las personas que altruistamente donaron dinero para que pudiese recibir ese tratamiento experimental, que desgraciadamente no salió bien, en un futuro espero que sea posible que mucha gente se salve.