Ayer
pasó algo que me hizo pensar en lo rara que es la vida. En un segundo todo da
un giro y cada cosa que te rodea te parece diferente, ya nada es igual, momentáneamente
pierdes el camino y dejas de pensar con claridad.
En
ocasiones ocurren cosas a tu alrededor que nunca pensaste que podrían suceder,
cosas que salen en los telediarios y que te resultan ajenas, dignas de una
película de policías, incluso marcianas. Como una llamada telefónica hace que
no comprendas lo que te están contando y que llegas a una casa y te encuentres
a tus amigos llorando y tu allí en al entrada sin saber que decir, sin saber
que pensar. Y para decir una estupidez, mejor no decir nada. Y alguien dice que
su vida ya no será igual, que se lo han arrancado todo y que nada tiene
sentido. Pero tú sabes que eso no es así que la vida sigue y que hay que aprender
a vivirla de otra manera.
Y
entonces vuelves a tu casa y piensas ¿Cómo le ha podido pasar algo así a
alguien que conozco? Le das vueltas a todo lo que has vivido a lo largo del día
y te das cuenta que la vida pierde la lógica que te habías inventado para
interpretarla.
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